La docente del Profesorado en Lengua y Literatura, Mgtr. Virginia Ventura, fue beneficiada por CONICET a través de una beca que le permitirá finalizar su Doctorado en Letras con el proyecto “El mundo gótico de Abelardo Castillo”. Luego de algunos intentos por obtener la beca finalmente este año lo logró, lo que significa: “un cambio interesante en la situación laboral (…) es una beca de finalización, porque yo ya hace tres que estoy haciendo mi doctorado de manera particular”, explica Virginia.
Entre sus características fundacionales, el género gótico, que nace a fines del Siglo XVIII en países Angolsajones se centra en aquello que el hombre moderno había perdido al terminar la edad media sobre lo referido al encanto por lo oscuro; en este sentido la literatura gótica busca “rescatar y decirnos que no era todo tan malo en la oscuridad, porque permite darle sentido aquellas cuestiones oscuras –y en consecuencia- tratamos de reprimirlo y/o evitarlo todo el tiempo y nos encandilamos”, expresó Virginia.
Los géneros literarios al no ser estilos cerrados van sufriendo ciertas modificaciones, en este sentido, la docente, decidió abordar en su tesis doctoral textos del reconocido autor argentino Abelardo Castillo, en particular las novelas “La casa de ceniza”, “Crónicas de un iniciado”, “El que tiene sed” y “El evangelio según VahHutten” con la finalidad de observar “los rastros góticos que hay dentro de sus obras”, sostiene la docente.
De lo hablado con la magister se deduce que todos los que investigan gótico ven que la crítica lo considera un género menor, o denostado. Se trata, por tanto, de ver que esta literatura es una filosofía que se expresa en un montón de obras que no necesariamente se caratulan como góticas; un claro ejemplo de ello, se puede observar en las obras de Jorge Luis Borges que tienen características propias del género, como por ejemplo son los laberintos que están presentes en sus cuentos aunque sean mentales.
“Hace unos años dicto un Seminario de Literatura Gótica en el Profesorado en Lengua y Literatura de la UNVM y el número de inscriptos se incrementa año a año porque creo que les interesa. A algunos les da curiosidad, otros están interesados de verdad por el género y otros simplemente quieren saber (…) a mí me parece que estos estudios de género van presentando diferentes filosofías que van atravesando la obra literaria”, explicó Virginia.