El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) aprobó la incorporación de ocho becas doctorales al Instituto de Ciencias Humanas de la UNVM y al Centro de Investigaciones y Transferencia de Villa María (CIT CONICET-UNVM).
Mateo Green, fue una de los ocho seleccionados para recibir una beca para su proyecto de investigación titulado: Subjetivación y autodestrucción en la narrativa argentina reciente. El co-director del proyecto es el docente de Humanas Fabián Mossello.
Conversamos con el para que nos cuente más sobre este nuevo desafío.
– ¿De qué se trata tu proyecto? ¿En qué temática se centra?
Mi proyecto doctoral es la continuación de un proyecto anterior de maestría que trataba sobre la problemática del suicidio en la literatura argentina y uruguaya de mitad del S. XX. En este caso amplié el tema del suicidio a las diferentes formas de la autodestrucción representadas en determinadas obras de la narrativa, pero entendidas como parte de procesos de subjetivación y desubjetivación, ahora en un corpus de narrativa argentina actual que incluye autores como Gabriela Cabezón Cámara, Leila Guerriero y Iosi Havilio, entre otrxs.
– ¿Por qué consideras que es importante tratar esa temática en la actualidad? – ¿Que te motivo a elegir dicho tema?
Considero que la literatura refracta los sentidos que produce una época y, por sus posibilidades polifónicas, es un discurso privilegiado para decirnos algo sobre un estado de cosas en un tiempo y espacio determinados. Camus dijo en los 40’ que el suicidio debía ser una de las preocupaciones fundamentales del pensamiento por ponernos frente a la pregunta por el sentido de vivir, problema que intento abordar en mi tesis de maestría a través del análisis de dos obras de Antonio Di Benedetto y Juan Carlos Onetti. Ahora bien, llevado al estudio de todas las prácticas autodestructivas pensadas como asociadas a determinados procesos de subjetivación en la contemporaneidad, la literatura puede servirnos como un espejo de nosotros mismos en nuestro tiempo y decirnos desde dónde pensamos la muerte, la vida, las afectividades que nos atraviesan y que nos sujetan a algunas cosas o nos llevan a revelarnos radicalmente contra otras. En definitiva, entender cómo interactuamos con las distintas formas del poder.
– ¿Cómo se plantea el proceso de trabajo e investigación?
El germen de esta investigación comenzó en una serie de trabajos presentados para cursos de posgrado de la Maestría en Culturas y Literaturas comparadas de la Facultad de Lenguas (UNC) que posteriormente dieron lugar a mi proyecto de tesis para esa carrera, con el cual obtuve dos becas diferentes: de la Fundación Luminis y de la Secretaría de Ciencia y Tecnología (SeCyT) de la UNC. Siempre fue importante para mí la comunicación y el apoyo constante de mi directora, la Dra. Laura Fandiño. Valoro como parte integral del recorrido la participación en todo tipo de eventos académicos, publicaciones, adscripciones a cátedras y, sobre todo, en el equipo de investigación que dirige la Dra. Liliana Tozzi, quien también se ocupó de mi formación. Estas instancias posibilitaron la redacción del proyecto doctoral con el que obtuve la beca CONICET para realizar un Doctorado en Ciencias del Lenguajes (FL-UNC). Ahora me acompaña también, como co-director de mi proyecto, el Dr. Fabián Mossello, quien ya fue mi profesor en la carrera de grado en la UNVM y ahora es mi nexo con mi lugar de trabajo, el CIT de la UNVM.
Creo que todo proceso de investigación, sobre todo en un marco universitario, se plantea no solo como un desarrollo teórico complejo, sino también como una red de relaciones e instancias de formación que requieren interés y dedicación. La investigación parte del deseo y la curiosidad, pero supone gran cantidad de trabajo.
– ¿Cómo recibiste la de noticia de haber sido seleccionado/a para esta beca? ¿Qué significa para vos?
La recibí con mucha alegría pero también con incertidumbre por el cambio y la exigencia a nivel personal que significa este tipo de oportunidades. Toda instancia de postulación a becas supone una gran cantidad de trabajo que muchas veces es la coronación de un largo proceso, por lo que siempre hay cierto nivel de expectativas no solo en uno, sino también en quienes nos acompañaron. Ver el esfuerzo reconocido siempre es gratificante.
– ¿Cuáles son tus expectativas para los próximos años de trabajo?
Espero poder aprovechar estos años de beca para desarrollar lo mejor posible mis capacidades académicas e intelectuales en general y mi investigación en particular. Tengo muchos deseos de volver a la docencia presencial y no solo a la investigación, que es a veces una actividad bastante solitaria, y me gustaría que el regreso a estas instancias de trabajo e intercambio fomente el contacto con pares, lo cual siempre ha sido determinante en mi formación.
– ¿Cuál es tu relación con la UNVM y cómo se enmarca la beca en esta?
Soy egresado del Profesorado en Lengua y Literatura de la UNVM, por lo que es mi alma mater. A pesar de que mi formación de posgrado es en Córdoba, siempre sigo ligado a la universidad, no solo a nivel académico participando de jornadas y eventos, sino también humano, por la cantidad de compañeros y docentes con los que sigo en contacto. A partir de allí es que, gracias al Dr. Fabián Mossello, se me presentó la oportunidad de presentar mi proyecto doctoral para CONICET a través del Centro de Investigaciones y Transferencias de la UNVM. Es para mí una alegría extra volver a trabajar en la institución que me formó.
Yo nací en La Carlota, a ciento diez kilómetros al sur de Villa María, por lo que reivindico el papel de universidades verdaderamente federales como la UNVM que nos han dado la posibilidad a personas del interior de la provincia de tener una formación de calidad. Volver allí como recurso humano es una meta cumplida. A pesar de las posibilidades actuales que ofrece la virtualidad, la presencialidad y el contacto continúan siendo imprescindibles sobre todo para los estudiantes en formación.
– ¿Cuáles son los próximos pasos a seguir dentro del proyecto?
El primer año seguramente lo dedicaré a una revisión intensiva de la bibliografía sobre el tema que me ocupa y a realizar cursos de posgrado. También espero continuar con las actividades académicas que la beca permite, la docencia, la escritura y el trabajo con pares.
– ¿Quiénes te han acompañarán en este proceso?
Como dije anteriormente, mi directora y mi co-director, la Dra. Laura Fandiño y el Dr. Fabián Mossello, respectivamente; mi directora del equipo, la Dra. Liliana Tozzi; además de todas las personas que me han acompañado en las instituciones por las que transité, así como mis familiares y amigxs, con quienes estoy siempre agradecido.
– ¿Cómo ves la investigación en nuestro país? ¿Crees que hay un buen desarrollo o es necesario realizar acciones para potenciarla aún más?
Es una pregunta compleja. Creo que hay muchos preconceptos, especialmente en los medios, sobre lo que la investigación significa; incluso en los raros casos cuando estos son positivos, también suelen estar alejados de la realidad. Creo que el apoyo social y el desarrollo de la investigación en nuestro país siempre es intermitente, depende demasiado de las voluntades políticas de la época. Lo que la investigación necesita para sostenerse y potenciarse no es mucho más que financiamiento, estructura e infraestructura, así como su sostenimiento en el tiempo. Ningún resultado bueno puede darse de un día para el otro y sin recursos.