La Magister en Procesos Educativos Mediados por Tecnología y docente del Profesorado en Matemática del Instituto A.P. de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Villa María, Raquel Abrate, acaba de concluir su etapa como docente y dialogamos con ella para conocer más de cerca su vínculo con la UNVM y su valoración de la experiencia en la educación universitaria pública y gratuita.
¿Cómo vas a recordar tu paso por la UNVM?
Recuerdo mi paso por la UNVM como un período de crecimiento personal y profesional. Durante mis 25 años de docencia e investigación (sumados a otros 24 años de enseñanza en el nivel medio), tuve la oportunidad de formar a generaciones de estudiantes y contribuir al desarrollo de la Didáctica de la Matemática en la región. Me siento orgullosa de haber sido parte de una institución que promueve la educación pública, y que ha tenido un impacto significativo en la comunidad local.
¿Qué es lo más valioso que te dio ser docente del sistema universitario público y gratuito de nuestro país?
Considero que el valor más importante que me dio ser docente del sistema universitario público es la oportunidad de contribuir a la formación de ciudadanos críticos y comprometidos con la sociedad. La educación pública es fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades y promover el desarrollo social y económico de nuestro país. Me siento afortunada de haber podido ser parte de este proceso.
¿Cuál considerás que es el valor y/o aporte que tiene el Profesorado en Matemática en el desarrollo de la región?
Considero que el Profesorado en Matemática de la UNVM es fundamental para el desarrollo de la zona de influencia de la UNVM. La formación de profesores de matemática de alta calidad es crucial para garantizar que los estudiantes tengan acceso a una educación matemática de excelencia. El Profesorado en Matemática de la UNVM no solo forma profesores, sino que también contribuye al desarrollo de la investigación y la innovación (dentro del ámbito de la Didáctica de la Matemática) en la región, lo que tiene un impacto positivo en la sociedad local.
Estaré eternamente agradecida a la UNVM por haberme permitido ser parte de ella, seguir formándome hasta el último día, y conocer a tantos estudiantes, colegas docentes y no docentes, directivos, comprometidos con la no fácil (pero maravillosa) tarea de enseñar.